Vendrás a rogarme,
a rendir tus súplicas
a mis eternas arrogancias,
volveras
a rendir tus palmas
a mis consecuencias.
¿Eres acaso el torbellino
que bloquea la monotonía?
¿Eres pues,
consonancia de la historia?
Ruegame pues, que me quede
a envejecer cada noche contigo.
O márchate,
a torcer giros desbocados,
donde los momentos impares
queden huecos
en la vigilia del lugar
que no te encuentro.
a rendir tus súplicas
a mis eternas arrogancias,
volveras
a rendir tus palmas
a mis consecuencias.
¿Eres acaso el torbellino
que bloquea la monotonía?
¿Eres pues,
consonancia de la historia?
Ruegame pues, que me quede
a envejecer cada noche contigo.
O márchate,
a torcer giros desbocados,
donde los momentos impares
queden huecos
en la vigilia del lugar
que no te encuentro.
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